Lo prohibido se hace tentador

"Yo ya era así antes de que tú llegaras, caminaba por las mismas calles y comía las mismas cosas. Incluso antes de que llegaras yo ya vivía enamorado de ti y a veces, no pocas, te extrañaba como si supiera que me hacías falta."

-Julio Cortazar. 

Aceptamos el amor que creemos merecer

Nos dejamos llevar por el miedo a las habladurías, por ese estúpido: qué dirán. El qué dirán de unos cuantos a los que nada les debíamos, que nada nos dieron y ni nos darán.

Basta

Todos tenemos un límite, un punto en el que decimos "basta". A veces ese límite no lo podemos o no lo queremos ver, porque hay algo que nos hace ciegos, porque somos muy pacientes, porque creemos que lo que realmente vale la pena cuesta y todo eso. Pero ese límite está y así como hay cosas que hacen que esté lejos, también hay cosas que hacen que el horizonte se acerque. Y mi límite está cerca. 

Yo seré muy optimista, creeré que lo que vale la pena, cuesta y toda la cosa, pero tampoco soy boluda y aunque no tenga orgullo, tengo amor propio, respeto por mí misma. Ah, y lo más importante, una vez alguien me dijo que una relación se hace de a dos y no tiene sentido si uno solo la rema constantemente...

Siempre dije que no hay cosa que odie más que la gente que no valora las cosas, el tema es que nunca hablé de las cosas a valorar.

Hay algunas cosas que son difíciles de ver, que son internas de uno y son las que uno más quiere que valoren los demás. Son difíciles de ver, como dije, pero no imposibles. Para verlas, la otra persona tiene que querer hacerlo.

Me gustaría poder agarrar y decir: "loco, si supieras todo lo que estoy resignando por vos, si supieras todo lo que sos para mí". Pero bueno, no puedo hacerlo, así que agradezco que exista este medio para poder decirlo.

Tengo una bronca y una angustia tremendas. Llego al punto de desconocerme, al punto de decir: "es tan perfecto que asusta", pero hay que decirle que no, porque hay que resignar cosas para poder tener otras mejores. El tema es que no sé si todo lo que hago es al pedo, porque son cosas mías que solo yo le doy valor y nadie, salvo que me conozca realmente, va a saber el valor de esas cosas y aún así las resigno, pero bueno, no me queda otra que creer. 

Te amo y te odio al mismo tiempo

Te amo cuando siento que no me cambiarías por nada, cuando me decís "te quiero", amo tu pelo, la forma en la que sonreís, como me miras, tus gestos, la forma en la que me abrazas, amo tus besos, amo esas charlas, cuando me haces reír. Y todo eso que me hace sentir única...
Pero después te odio cuando me doy cuenta que es todo mentira, odio saber que soy una más, que no significo absolutamente nada para vos, que te da lo mismo que sea yo u otra, odio que seas vos solo el que me cause todas esas cosas, odio sonreír cuando te veo y poner cara de idiota, odio saber que no te puedo superar y que vas a seguir siendo VOS siempre. Y ahí es cuando todas las cosas que amo de vos se vuelven horribles. Y por sobre todas las cosas lo que más odio es que: aunque lo diga, no voy a poder olvidarte nunca.

Tengo miedo

Tengo miedo a no poder superarte, a no poder volver a querer a así a otro. Tengo miedo de seguir pendiente de vos, qué haces, qué decís, con quién estas, qué pensas, si estás bien, si necesitas algo. Miedo a no saber cómo afrontar la situación de decir "listo, tengo que parar". ¿Por dónde arranco? ¿De dónde saco las ganas para empezar de cero? Soy de esas personas que sabe que a las personas no se las olvida, sino que se las supera. ¿Pero cuánto falta? ¿Cuánto falta para superarte? ¿Cuánto falta para enterarme que estuviste con otra y que no me moleste o no me importe?... Son muchas preguntas que ahora no tienen respuesta y tengo muchas más en mi cabeza, y capáz por mucho tiempo no las tengan. Pero mientras tanto, ¿qué hago? No creo que la solución sea sentarme y esperar que algo pase, o intentar estar con otra persona porque sé que seguiría pensando en vos tanto como ahora. Ese miedo a no encontrar la solución. A veces no queda otra que seguir para adelante con las cosas que hacen bien, y dejar eso que te "duele" atrás.